A lo largo de los años los propietarios de pianos, por consejo de algunos técnicos o por su propia convicción, han apelado a distintas alternativas caseras para combatir la invasión de plagas o mejorar las condiciones de humedad en el interior del piano. Los remedios caseros más habituales para evitar la invasión de plagas son el uso de naftalina, pimienta en granos, hojas de laurel, flores de lavanda y hasta colillas de cigarrillo. Algunas personas suelen colocar contenedores de agua en el interior para evitar la sequedad ambiente, o utilizar cal viva para neutralizar una humedad excesiva. Lo cierto es que todas estas prácticas son perjudiciales para el piano.
En el proceso de evaporación de la naftalina se liberan químicos que afectan severamente a los distintos componentes metálicos del interior del piano, como por ejemplo a los resortes, tornillos, etc. Lo mismo ocurre con el vapor de agua, ya que origina la oxidación de cuerdas. La acción de la cal viva puede quitar en exceso el porcentaje de humedad necesaria y originar rajaduras en la madera y la resequedad generalizada del mecanismo. No utilice remedios caseros para evitar estos inconvenientes, ya que terminarán acarreando males peores.