En líneas generales las áreas de trabajo sobre un bandoneón pueden dividirse en cuatro: máquinas, fuelle, mueble y afinación. Para garantizar un óptimo funcionamiento del instrumento cada uno de estos aspectos debe ser contemplado.
Máquinas: cuando hay problemas en el mecanismo el bandoneón no puede utilizarse, razón por lo cual intervenir en esta área suele ser la primera opción. A menudo se observa el faltante de botones, mesas rajadas, piezas quebradas, óxido en resortes, zapatillas sueltas, cueros desgastados y todo tipo de reparaciones defectuosas.
Fuelle: la mayoría de los bandoneones que no se utilizan profesionalmente presentan problemas de compresión y pérdidas de aire.
El origen de estos inconvenientes puede estar en el fuelle en sí mismo, en el deterioro del cuero de juntas, esquinas o algún orificio del cartón. Sin embargo, puede ocurrir que la falta de compresión se deba a desperfectos externos al fuelle, por ejemplo en el sistema de válvula, juntas del marco, mueble, máquinas o falta de presión en resortes.
Afinación: cuando el bandoneón se encuentra operativo se realiza la afinación, la cual puede demandar pequeños ajustes en las lengüetas y válvulas, o bien requerir un trabajo más profundo. A menudo se perciben sonidos extraños, ahogados en unos casos, estridentes y metálicos en otros. Lo cierto es que por lo general no se trata de problemas en la afinación sino a otras causas relacionadas con las voces y válvulas. Es tarea del afinador determinar la causa exacta de una mala sonoridad e intervenir efectivamente para solucionarla.
Mueble: suele presentar el faltante de varillas, liras y otros
elementos decorativos. Es común encontrarse con roturas en las tapas, enchapados, sordina y tacos de sujeción. Las correas y la palanca que activa la apertura de la válvula también suelen presentar inconvenientes. Aunque independiente, el lustre podría considerarse un aspecto directamente ligado al mueble. Suele estar opaco en las zonas de roce con las manos y ropa del intérprete, agrietado, sucio, afectado por la condiciones ambientales y el uso.
A menudo el costo de un trabajo integral condiciona su realización, en este caso un plan por etapas puede ser una buena alternativa.